En el mundo del diseño, una pregunta recurrente entre marcas y empresas es: ¿cuándo es el momento adecuado para renovar un logotipo? Mi experiencia y los estudios realizados por expertos, como los publicados en Gràffica y Burlesk, coinciden en que la respuesta no es única y depende de múltiples factores: la evolución del sector, los cambios en la percepción del consumidor, y las necesidades de la marca para adaptarse a nuevas tendencias.
Evolución de logotipos
Un caso que siempre me ha llamado la atención es el de Coca-Cola, que ha sabido mantener su esencia prácticamente intacta durante décadas. Aunque su logotipo ha experimentado pequeños ajustes, siempre logra evocar confianza y nostalgia. En contraste, Pepsi ha optado por una estrategia diferente, renovando su identidad visual de manera más audaz para conectar con las nuevas generaciones y reflejar la energía de su mercado objetivo.
También me parece fascinante el caso de Google, que ha simplificado su logotipo a lo largo de los años para adaptarse mejor a un entorno dominado por pantallas pequeñas y dispositivos móviles. La claridad y minimalismo de su diseño lo han convertido en un modelo de versatilidad en la era digital.

Evolución Cocacola
